Si los gatos tienen siete vidas, los albaceteños Chucho ya llevan dos vividas. Tras su desaparición hace unos años, Fernando Alfaro y el resto de cánidos que dan vida al combo manchego resucitaban en escena anoche y lo hacían con mucha fuerza vital. El inicio de su actuación arrancó con "Conexión de hueso", "Motor de perro negro”, "El ángel inseminador" y "Mi anestesia", guiño a los fans más veteranos y fieles. La sala abarrotada aplaudía este demoledor comienzo. Estaba claro que el set list estaba confeccionado para repasar cada uno de los discos del grupo. "No me importa (carta bomba)" y "Extrarradio" fueron las elegidas para detonar tras el pirotécnico arranque. Canciones que iban desgajándose una a una bajo la fija e impactante mirada de Alfaro, amparadas por guitarras afiladas arropadas por una potente batería y concisos teclados. “Gran angular" y "La mente del monstruo", tema que podemos aplicar a la crisis económica que actualmente sufrimos, no faltaron, al igual que "Ricardo ardiendo", "Visión de rayos-x" o "Un ángel turbio". Y si hay una canción indispensable, culmen en la carrera de la banda por su comercialidad, es “Magic”, el cual puso a bailar a toda la platea. Tras dos bises Chucho se despidieron con “Inés Groizard”, un aquelarre atronador y maléfico que despidió a los asistentes. Un regreso en toda regla. 

Autor: Rafa García-Moreno